Deportivo Madryn aplastó 5-1 a Almirante Brown en casa y se quedó con los tres puntos en la Primera Nacional.

Deportivo Madryn deslumbró al público local, desatando una tormenta de emociones en el Estadio Abel Sedeño, al arrollar por un contundente 5-1 a Almirante Brown en el duelo correspondiente a la jornada 37 de la Primera Nacional. Una sinfonía de goles que resonó en el aire: Nicolás Sánchez abrió la cuenta a los 52 minutos, seguido por Bruno Pérez apenas cuatro minutos después. El espectáculo continuó con un Brian Ferreyra que se despachó con dos goles (61 y 78 minutos), mientras que Diego Crego selló la goleada a los 67 minutos. El único consuelo para Almirante Brown llegó a través de Diego García, quien descontó a los 32 minutos, pero el destino ya estaba sellado.

En la próxima jornada, Almirante Brown se medirá contra Defensores Unidos, buscando redimirse de esta dolorosa derrota, mientras que Deportivo Madryn se enfrentará a Colón, con la moral por las nubes tras esta exhibición futbolística.

A continuación, los gráficos desplegarán las alineaciones de ambos equipos, los cambios estratégicos, las incidencias que hicieron vibrar el estadio y la evolución de la tabla de posiciones, donde se dibujan las batallas por el ascenso y el descenso.

Claves de ascensos y descensos en la temporada

La semana que viene dará inicio la temporada de la Primera Nacional 2024, que presenta un apasionante formato: 38 equipos divididos en dos zonas de 19 clubes cada una, donde todos se enfrentarán en partidos de ida y vuelta, además de un interzonal por fecha. La lucha por el ascenso se intensificará, ya que los dos primeros de cada zona contendrán una final por el primer ascenso. Los escuadras que terminen entre el 2º y el 8º puesto participarán en un torneo reducido por el segundo boleto hacia la Liga Profesional. No hay piedad en esta guerra del balón: tres son los que descenderán, pues los dos peores de cada zona se llevarán la peor parte, junto a un desafortunado que perderá un partido de eliminación entre los dos anteúltimos. La adrenalina ya se siente en el aire.

LA NACION